A petición del cardenal De la Lastra en 1868 el beato Pío IX firmó un breve pontificio por el que se nombraba a san Isidoro Patrón de la ciudad de Sevilla, llegando así el Doctor de las Españas al lugar que le correspondía como una de las figuras más señeras e importantes del catolicismo hispano. Su celebración litúrgica tiene el rango de solemnidad cada 26 de abril y sigue viva su devoción en los muros de la catedral hispalense. Casi un (...) siglo después fue Pío XII mediante la bula Quam Fervida del 15 de agosto de 1946 el que nombra a Nuestra Señora de los Reyes Patrona Principal de la ciudad y archidiócesis por el ferviente deseo de toda Sevilla representada en su pastor el cardenal Segura. (shrink)

En este artículo se realiza una aproximación a Miguel Mañara, ejemplar figura del hombre barroco del siglo XVII. Aunque su personalidad se ha visto manipulada a partir de la época romántica con su vinculación a don Juan Tenorio, todo es ajeno a la verdad. De familia noble, caballero de Calatrava, tras enviudar joven, sufre un proceso de conversión que le hace seguir el ejemplo de Jesucristo en la Hermandad de la Santa Caridad cuya regla principal de conducta era el enterrar (...) a los muertos sin familia y en la que realizó una abnegada labor con la fundación de un hospital para socorrer a los enfermos sin sustento. Escritor brillante ante la idea de la muerte con su Discurso de la Verdad, dirigió́ los postulados artísticos de la iglesia del hospital donde destaca la escena de su retablo mayor en la que se efigia, con suma belleza, la escena del Entierro de Cristo debida a la gubia de Pedro Roldán. (shrink)

En los últimos años de la Edad Moderna y ya a lo largo de toda la Contemporánea, la celebración de la Semana Santa de Sevilla se convierte en la gran fiesta religiosa de la urbe hispalense. En el siglo XIX el establecimiento de la corte de los Montpensier a orillas del Guadalquivir convierte bajo la égida de los duques tanto a la ciudad como a su fiesta pasional en acontecimientos turísticos de amplitud genuinamente europea e internacional. En el encuadre de (...) este contexto histórico, hay que estudiar la visita del restaurado rey Alfonso XII en 1877, donde principia el legendario romance con su prima María de las Mercedes. Se hace muy presente en las vivencias de la ciudad, queda asombrado por la grandeza litúrgica del Triduo Sacro de la Santa Iglesia Catedral concediendo a su cabildo el título de Excelentísimo y preside el paso del Duelo de la cofradía del Santo Entierro, primera vez en la historia que un descendiente del Trono de san Fernando lo realiza en el cortejo procesional de una cofradía sevillana. (shrink)

Durante la estancia de la corte de Felipe V en Sevilla entre los años de 1729 a 1733, la ciudad agonizante tanto social como económicamente tras perder la hegemonía universal que le hizo ser Puerta de las Américas, vive un período de esplendor que le hace soñar por ese tiempo con las glorias de tiempos pasados. La estancia de la corte exalta el sentimiento religioso del pueblo fiel, se sigue luchando por la definición dogmática de la Inmaculada Concepción, los reyes (...) participan en ceremonias litúrgicas catedralicias y es el propio Felipe V el que consigue la finalización de la urna barroca de Laureano de Pina para venerar el cuerpo incorrupto de Fernando III beatificado en 1671 y cuyo estreno tuvo lugar el 14 de mayo de 1729 en una ceremonia claramente barroquizante y definida por un cronista contemporáneo como “la función mas prodigiosa que ha habido en los siglos”. (shrink)

En 1561 la Hermandad Sacramental del Sagrario de la catedral de Sevilla solicita a los calonges se exorne la pared de su capilla en las gradas por lo que el cabildo encarga al pintor Luis de Vargas realice una pintura mural de Jesús camino de la amargura. La obra es estrenada en 1563 y en ella se representa al Redentor ataviado con túnica blanca de igual modo que los condenados que por allí pasaban camino del patíbulo y portando la cruz (...) al revés. El llamado popularmente “Cristo de los Ajusticiados” es un claro exponente de un retablo callejero que tanta devoción popular manifestó en la España de la Edad Moderna. (shrink)

In this paper, we contend that the “Smith case” in Gettier’s attempt to refute the justified true belief (JTB) account of knowledge does not work. This is because the said case fails to satisfy the truth condition, and thus is not a case of JTB at all. We demonstrate this claim using the framework of Donnellan’s distinction between the referential and attributive uses of definite descriptions. Accordingly, the truth value of Smith’s proposition “The man who will get the job has (...) ten coins in his pocket” partly depends on how Smith uses the definite description “the man who will get the job” when he utters the proposition. Since, upon uttering the proposition, Smith has in mind a particular individual, namely Jones, and not just whoever will fit the attribute specified in the definite description, Smith uses the definite description referentially. And so when it turns out that it is Smith who eventually gets the job, the definite description fails to refer to Jones as intended by Smith, thereby making Smith’s proposition false. To think that Smith’s proposition is still true, in this regard, is to use the definite description attributively—that it is about whoever will fit the definite description. Apparently, when Gettier claims that Smith’s proposition is still true, to demonstrate that it is a case of JTB, he, in effect, imposes his attributive understanding of Smith’s usage of the definite description on Smith’s own epistemic situation. (shrink)

In this paper, I endeavor to provide a critical examination of a recent pioneering work that engages Jean-Paul Sartre’s insights in analyzing social media interactions – Michael Lopato’s “Social media, love, and Sartre’s look of the other: Why online communication is not fulfilling?”. I shall show that in so far as Sartrean insights are concerned in Being and Nothingness, Lopato misconstrued what Sartre really meant with the Look of the Other and love, and is mistaken in appropriating such insights in (...) arguing that online interactions are not fulfilling. I shall proceed by first discussing Sartre’s third region of being which is being-for-others which will comprise of the Look of the Other and the two attitudes to retrieve one’s freedom. Second, I shall flesh out the arguments of Lopato. Lastly, I shall present my critique of Lopato’s arguments which constitutes my reply to his work. (shrink)

In this paper, I will argue that embodied presence and ultimate commitments are not necessary for the authenticity of online relationships. In the first section, I will present Hubert Dreyfus’s Kierkegaardian analysis of the Internet. In the second, I will show the different positions that disagree with Dreyfus. And finally, in the third, I will look into the distinction between human to human and human to nonhuman online interactions, the continuity or discontinuity of the online and the offline relationships of (...) persons, and the forms of the relationship that occurred. From that analysis, I will derive some cases that will show the inadequacies and problems of the conditions presented by Dreyfus. (shrink)

The field of neuroimaging has reached a watershed. Brain imaging research has been the source of many advances in cognitive neuroscience and cognitive science over the last decade, but recent critiques and emerging trends are raising foundational issues of methodology, measurement, and theory. Indeed, concerns over interpretation of brain maps have created serious controversies in social neuroscience, and, more important, point to a larger set of issues that lie at the heart of the entire brain mapping enterprise. In this volume, (...) leading scholars -- neuroimagers and philosophers of mind -- reexamine these central issues and explore current controversies that have arisen in cognitive science, cognitive neuroscience, computer science, and signal processing. The contributors address both statistical and dynamical analysis and modeling of neuroimaging data and interpretation, discussing localization, modularity, and neuroimagers' tacit assumptions about how these two phenomena are related; controversies over correlation of fMRI data and social attributions ; and the standard inferential design approach in neuroimaging. Finally, the contributors take a more philosophical perspective, considering the nature of measurement in brain imaging, and offer a framework for novel neuroimaging data structures. Contributors: William Bechtel, Bharat Biswal, Matthew Brett, Martin Bunzl, Max Coltheart, Karl J. Friston, Joy J. Geng, Clark Glymour, Kalanit Grill-Spector, Stephen José Hanson, Trevor Harley, Gilbert Harman, James V. Haxby, Rik N. Henson, Nancy Kanwisher, Colin Klein, Richard Loosemore, Sébastien Meriaux, Chris Mole, Jeanette A. Mumford, Russell A. Poldrack, Jean-Baptiste Poline, Richard C. Richardson, Alexis Roche, Adina L. Roskies, Pia Rotshtein, Rebecca Saxe, Philipp Sterzer, Bertrand Thirion, Edward Vul The hardcover edition does not include a dust jacket. (shrink)

Mais do que tratar o conceito genérico de tempo, o objectivo deste texto foi o de articular em sistema algumas das coordenadas principais que integram e compõem o conceito de tempo na lexicografia e no pensamento do judaísmo. Acaba por se verificar que com estas coordenadas se representa uma intensa concepção da História enquanto vivência sobretudo dramática de acontecimentos e que este núcleo essencial do tempo-acontecimento avoca para dentro de si o próprio conceito de espaço e de mundo, miticamente, tal (...) como se encontra avocado e incluído o espaço no conceito de tempo primordial. (shrink)

An l-hemi-implicative semilattice is an algebra \\) such that \\) is a semilattice with a greatest element 1 and satisfies: for every \, \ implies \ and \. An l-hemi-implicative semilattice is commutative if if it satisfies that \ for every \. It is shown that the class of l-hemi-implicative semilattices is a variety. These algebras provide a general framework for the study of different algebras of interest in algebraic logic. In any l-hemi-implicative semilattice it is possible to define an (...) derived operation by \ \wedge \). Endowing \\) with the binary operation \ the algebra \\) results an l-hemi-implicative semilattice, which also satisfies the identity \. In this article, we characterize the commutative l-hemi-implicative semilattices. We also provide many new examples of l-hemi-implicative semilattice on any semillatice with greatest element. Finally, we characterize congruences on the classes of l-hemi-implicative semilattices introduced earlier and we characterize the principal congruences of l-hemi-implicative semilattices. (shrink)

This study details the methodological process for creating a tool for the identification of COVID-19 potential contagion situations in sports and physical education before, during, and after practice and competition. It is a tool that implies an educational and methodological process with all the agents of the sports system. This tool identifies the large number of interactions occurring through sports action and everything that surrounds it in training, competition, and organization. The aim is to prepare contingency protocols based on an (...) exhaustive analysis, risk detection, and proposal of contingency measures trying to reduce the residual risk to a minimum. In the second part, the results of the implementation of this tool in the sports system of Galicia (Spain) are shown. The technicians have changed their perceptions about the coronavirus transmission in sports. They highlight the problem for returning to sports participation for athletes under 18 years in the pandemic context. (shrink)

Ha de diferenciarse entre dos tipos de curaduría, así llamadas “tradicional” y “experimental”. El presente texto tiene como objetivo acercarnos conceptualmente a la curaduría tradicional a través de la figura del curador, así como presentar el lugar en el que esta se inserta en el proceso de conformación y realización del valor artístico de las obras, todo ello desde la postura de la teoría pluridimensional del valor. La curaduría tradicional es aquella ligada a la concepción del museo en su acepción (...) moderna, que tiene como finalidad básica coleccionar, conservar y exhibir, con una narrativa cerrada y ceñida al discurso instituido sobre el arte, en general, y sobre las obras que se exhiben, en particular. (shrink)

Este artículo revisa los problemas relacionados con la distinción actual entre Ética pública y Ética privada; una distinción basada en una tesis reduccionista, según la cual los políticos y empleados públicos son los únicos sujetos agentes en los asuntos de Ética pública. El autor destaca especialmente que la noción actual de Ética Pública cae en el error de aislar en el espacio privado, cuestiones relacionadas con la Ética pública. Un concepto tan limitado, es un gran error que ha servido para (...) ocultar del foco de la Ética Pública una gran cantidad de asuntos vitales que van más allá del campo de interrelación público-privado. Los partidos políticos, los sindicatos, los contribuyentes, los contratistas, los medios de comunicación, las personas subsidiadas, los ciudadanos en general; todos ellos tienen un papel muy importante en la esfera pública, y por lo tanto son agentes en temas de Ética Pública. Por estas razones, el autor refuta la visión estrecha del concepto actual de Ética Pública y cree imprescindible repensarlo, objetiva y subjetivamente. Por otra parte, este estudio examina el nuevo panorama de los "códigos de ética" en España, con una mirada crítica cuando son sólo normas legales acompañadas de sanciones y no verdaderos “códigos de ética”. Estos principios, llamados "principios éticos", deberían ser deberes que los funcionarios públicos poseen por sí mismos y no por imposición. Por el contrario, en el caso que examinamos, esos principios son claramente deberes establecidos en la Constitución Española de 1978 y representan las obligaciones más primarias, superlativas y básicas de un empleado público. En un estado de duda moral, los códigos podrían ser útiles para proporcionar consejo, dando una regla para resolver el dilema ético. El autor reconoce que, en determinadas circunstancias, en tales casos, los códigos de ética pueden ayudar a los servidores públicos como guía en sus decisiones. Sin embargo, la obligación de respetar y garantizar el respeto de los mandatos constitucionales y la prohibición de la discriminación contra las personas por motivos de raza, sexo, religión.., u otras circunstancias, no plantean cuestiones morales. Por esa razón, el autor considera que el Estatuto Básico del Empleado Público en España comete un error al establecer como un principio ético, el deber de cumplir con la Constitución; el más alto deber legal que uno puede imaginar en el caso de los servidores públicos. (shrink)

Este artículo revisa los problemas relacionados con la distinción actual entre Ética pública y Ética privada; una distinción basada en una tesis reduccionista, según la cual los políticos y empleados públicos son los únicos sujetos agentes en los asuntos de Ética pública. El autor destaca especialmente que la noción actual de Ética Pública cae en el error de aislar en el espacio privado, cuestiones relacionadas con la Ética pública. Un concepto tan limitado, es un gran error que ha servido para (...) ocultar del foco de la Ética Pública una gran cantidad de asuntos vitales que van más allá del campo de interrelación público-privado. Los partidos políticos, los sindicatos, los contribuyentes, los contratistas, los medios de comunicación, las personas subsidiadas, los ciudadanos en general; todos ellos tienen un papel muy importante en la esfera pública, y por lo tanto son agentes en temas de Ética Pública. Por estas razones, el autor refuta la visión estrecha del concepto actual de Ética Pública y cree imprescindible repensarlo, objetiva y subjetivamente. Por otra parte, este estudio examina el nuevo panorama de los "códigos de ética" en España, con una mirada crítica cuando son sólo normas legales acompañadas de sanciones y no verdaderos “códigos de ética”. Estos principios, llamados "principios éticos", deberían ser deberes que los funcionarios públicos poseen por sí mismos y no por imposición. Por el contrario, en el caso que examinamos, esos principios son claramente deberes establecidos en la Constitución Española de 1978 y representan las obligaciones más primarias, superlativas y básicas de un empleado público. En un estado de duda moral, los códigos podrían ser útiles para proporcionar consejo, dando una regla para resolver el dilema ético. El autor reconoce que, en determinadas circunstancias, en tales casos, los códigos de ética pueden ayudar a los servidores públicos como guía en sus decisiones. Sin embargo, la obligación de respetar y garantizar el respeto de los mandatos constitucionales y la prohibición de la discriminación contra las personas por motivos de raza, sexo, religión.., u otras circunstancias, no plantean cuestiones morales. Por esa razón, el autor considera que el Estatuto Básico del Empleado Público en España comete un error al establecer como un principio ético, el deber de cumplir con la Constitución; el más alto deber legal que uno puede imaginar en el caso de los servidores públicos. (shrink)

Este artículo revisa los problemas relacionados con la distinción actual entre Ética pública y Ética privada; una distinción basada en una tesis reduccionista, según la cual los políticos y empleados públicos son los únicos sujetos agentes en los asuntos de Ética pública. El autor destaca especialmente que la noción actual de Ética Pública cae en el error de aislar en el espacio privado, cuestiones relacionadas con la Ética pública. Un concepto tan limitado, es un gran error que ha servido para (...) ocultar del foco de la Ética Pública una gran cantidad de asuntos vitales que van más allá del campo de interrelación público-privado. Los partidos políticos, los sindicatos, los contribuyentes, los contratistas, los medios de comunicación, las personas subsidiadas, los ciudadanos en general; todos ellos tienen un papel muy importante en la esfera pública, y por lo tanto son agentes en temas de Ética Pública. Por estas razones, el autor refuta la visión estrecha del concepto actual de Ética Pública y cree imprescindible repensarlo, objetiva y subjetivamente. Por otra parte, este estudio examina el nuevo panorama de los "códigos de ética" en España, con una mirada crítica cuando son sólo normas legales acompañadas de sanciones y no verdaderos “códigos de ética”. Estos principios, llamados "principios éticos", deberían ser deberes que los funcionarios públicos poseen por sí mismos y no por imposición. Por el contrario, en el caso que examinamos, esos principios son claramente deberes establecidos en la Constitución Española de 1978 y representan las obligaciones más primarias, superlativas y básicas de un empleado público. En un estado de duda moral, los códigos podrían ser útiles para proporcionar consejo, dando una regla para resolver el dilema ético. El autor reconoce que, en determinadas circunstancias, en tales casos, los códigos de ética pueden ayudar a los servidores públicos como guía en sus decisiones. Sin embargo, la obligación de respetar y garantizar el respeto de los mandatos constitucionales y la prohibición de la discriminación contra las personas por motivos de raza, sexo, religión.., u otras circunstancias, no plantean cuestiones morales. Por esa razón, el autor considera que el Estatuto Básico del Empleado Público en España comete un error al establecer como un principio ético, el deber de cumplir con la Constitución; el más alto deber legal que uno puede imaginar en el caso de los servidores públicos. (shrink)

Este artículo revisa los problemas relacionados con la distinción actual entre Ética pública y Ética privada; una distinción basada en una tesis reduccionista, según la cual los políticos y empleados públicos son los únicos sujetos agentes en los asuntos de Ética pública. El autor destaca especialmente que la noción actual de Ética Pública cae en el error de aislar en el espacio privado, cuestiones relacionadas con la Ética pública. Un concepto tan limitado, es un gran error que ha servido para (...) ocultar del foco de la Ética Pública una gran cantidad de asuntos vitales que van más allá del campo de interrelación público-privado. Los partidos políticos, los sindicatos, los contribuyentes, los contratistas, los medios de comunicación, las personas subsidiadas, los ciudadanos en general; todos ellos tienen un papel muy importante en la esfera pública, y por lo tanto son agentes en temas de Ética Pública. Por estas razones, el autor refuta la visión estrecha del concepto actual de Ética Pública y cree imprescindible repensarlo, objetiva y subjetivamente. Por otra parte, este estudio examina el nuevo panorama de los "códigos de ética" en España, con una mirada crítica cuando son sólo normas legales acompañadas de sanciones y no verdaderos “códigos de ética”. Estos principios, llamados "principios éticos", deberían ser deberes que los funcionarios públicos poseen por sí mismos y no por imposición. Por el contrario, en el caso que examinamos, esos principios son claramente deberes establecidos en la Constitución Española de 1978 y representan las obligaciones más primarias, superlativas y básicas de un empleado público. En un estado de duda moral, los códigos podrían ser útiles para proporcionar consejo, dando una regla para resolver el dilema ético. El autor reconoce que, en determinadas circunstancias, en tales casos, los códigos de ética pueden ayudar a los servidores públicos como guía en sus decisiones. Sin embargo, la obligación de respetar y garantizar el respeto de los mandatos constitucionales y la prohibición de la discriminación contra las personas por motivos de raza, sexo, religión.., u otras circunstancias, no plantean cuestiones morales. Por esa razón, el autor considera que el Estatuto Básico del Empleado Público en España comete un error al establecer como un principio ético, el deber de cumplir con la Constitución; el más alto deber legal que uno puede imaginar en el caso de los servidores públicos. (shrink)

Background: Patients at the end-of-life and their families experience a strong emotional impact. The wellbeing of the patient at the end-of-life and their family caregiver are related. Aim: to explore the elements related with the emotional wellbeing of patients with and without cognitive impairment at the end-of-life and that of their primary family caregivers. Design: Cross- sectional study. Participants: data was collected from 202 patients at the end of life with different diagnosis (COPD, cancer and frail elderly) as well as (...) from their respective 202 primary family caregivers. Results: Structural equation models indicated that the emotional state of the patients was best predicted by their functional independence and the burden of their family caregivers. At the same time, the emotional state of the primary family caregiver was predicted by their burden and not by the cognitive state or the functional independence of the patient. Nevertheless, the burden of the family caregiver, which is the only variable predicting both the emotional state of the patient and that of the caregiver, was directly related with the functional independence of the patient and indirectly with the patient’s cognitive state. Conclusions: The burden of the family caregiver stands out as a key factor in the reduction of the emotional distress of patients at the end-of-life –whether or not they present significant cognitive impairment- and that of their family caregivers. (shrink)

A hemi-implicative lattice is an algebra \((A,\wedge,\vee,\rightarrow,1)\) of type (2, 2, 2, 0) such that \((A,\wedge,\vee,1)\) is a lattice with top and for every \(a,b\in A\), \(a\rightarrow a = 1\) and \(a\wedge (a\rightarrow b) \le b\). A new variety of hemi-implicative lattices, here named sub-Hilbert lattices, containing both the variety generated by the \(\{\wedge,\vee,\rightarrow,1\}\) -reducts of subresiduated lattices and that of Hilbert lattices as proper subvarieties is defined. It is shown that any sub-Hilbert lattice is determined (up to isomorphism) by (...) a triple (_L_, _D_, _S_) which satisfies the following conditions: _L_ is a bounded distributive lattice, _D_ is a sublattice of _L_ containing 0, 1 such that for each \(a, b \in L\) there is an element \(c \in D\) with the property that for all \(d \in D\), \(a \wedge d \le b\) if and only if \(d \le c\) (we write \(a \rightarrow _D b\) for the element _c_), and _S_ is a non void subset of _L_ such that _S_ is closed under \(\rightarrow _D\) and _S_, with its inherited order, is itself a lattice. Finally, the congruences of sub-Hilbert lattices are studied. (shrink)

An l-hemi-implicative semilattice is an algebra $$\mathbf {A} = $$ A= such that $$$$ is a semilattice with a greatest element 1 and satisfies: for every $$a,b,c\in A$$ a,b,c∈A, $$a\le b\rightarrow c$$ a≤b→c implies $$a\wedge b \le c$$ a∧b≤c and $$a\rightarrow a = 1$$ a→a=1. An l-hemi-implicative semilattice is commutative if if it satisfies that $$a\rightarrow b = b\rightarrow a$$ a→b=b→a for every $$a,b\in A$$ a,b∈A. It is shown that the class of l-hemi-implicative semilattices is a variety. These algebras provide (...) a general framework for the study of different algebras of interest in algebraic logic. In any l-hemi-implicative semilattice it is possible to define an derived operation by $$a \sim b := \wedge $$ a∼b:=∧. Endowing $$$$ with the binary operation $$\sim $$ ∼ the algebra $$$$ results an l-hemi-implicative semilattice, which also satisfies the identity $$a \sim b = b \sim a$$ a∼b=b∼a. In this article, we characterize the commutative l-hemi-implicative semilattices. We also provide many new examples of l-hemi-implicative semilattice on any semillatice with greatest element. Finally, we characterize congruences on the classes of l-hemi-implicative semilattices introduced earlier and we characterize the principal congruences of l-hemi-implicative semilattices. (shrink)